Sin embargo, es ahora que Richard Fitzwilliams, experto en temas de realeza, asegura que eso no está más alejado de la realidad.

Lo que realmente quieren hacer Meghan Markle y el príncipe Harry es lo que no pudieron hacer con Archie por aún formar parte como miembros activos de la Casa Real: tener un bautizo privado y secreto.
“El bautizo será en el estado natal de Meghan (California) y con el secretismo pero sin la controversia que rodeó el bautizo de Archie”, ha asegurado Fitzwilliams.