Antes, la agencia de prensa oficial Petra informó que las autoridades habían detenido al exasesor del rey Basem Awadalá y a un número indeterminado de personas por "motivos de seguridad". El diario estadounidense Washington Post señaló un complot para derrocar al rey.
En un comunicado, el jefe del Estado Mayor jordano, el general Yusef Huneiti, aseguró que al príncipe Hamza "se le solicitó que cesara algunas actividades que podrían utilizarse para socavar la estabilidad y seguridad del reino", pero desmintió su detención.
"Nadie está por encima de la ley. La seguridad y la estabilidad de Jordania pasan por encima de todo", dijo el general Huneiti. "Se han tomado todas las medidas en el marco de la ley y tras una investigación exhaustiva", añadió.
En unos videos publicados en internet, se apreciaba un gran despliegue policial en el área de Dabuq, cerca de los palacios reales.
- Complot complejo -
Según el Washington Post, el príncipe Hamza es objeto de una investigación después "del descubrimiento de lo que los funcionarios de palacio describieron como un complot complejo y de gran alcance" para derrocar al rey Abdalá II.
Este complot "incluía al menos a otro miembro de la familia real de Jordania, así como a líderes tribales y miembros del aparato de seguridad del país", indicó el rotativo, citando a un responsable de inteligencia de Oriente Medio.
"No formo parte de ningún complot ni de ninguna organización delincuente", se defendió el príncipe en el video, lamentando que ya no se pueda, según él, opinar o criticar a las autoridades "sin ser intimidado, acosado o amenazado".