Pero a diferencia de otras casas, en ésta, la decoración navideña tiene un tiempo más largo de vida: se retira hasta el 6 de febrero, ni un día antes ni uno después.
Y no es que los royals británicos dejen todo para último momento, más bien, esta decisión tiene una razón muy emotiva para la propia reina y tiene que ver con su papá, el fallecido rey Jorge VI.
Resulta que el padre de Isabel II murió justo el 6 de febrero de 1952 en Sandringham House. Por ello, la reina pasa cada 6 de febrero en esa casa y, en recuerdo de su padre, la mantiene decorada con motivos navideños.
Una vez que pasa el aniversario luctuoso del rey, Isabel regresa a Buckingham Palace, donde reside de manera regular y los adornos de Sandringham House se guardan para el próximo diciembre.