Aunque la reina Isabel II y su hermana menor, la princesa Margarita solo se llevaban cuatro años de diferencia, desde su nacimiento estaban destinadas a llevar una vida totalmente diferente y prueba de ello, es algo tan simple como la rutina matutina que llevaban su juventud.
En la biografía Ma’am Darling: 99 Glimpses of Princess Margaret, publicada en 2017 el escritor Craing Brown aseguró que la princesa Margarita desayunaba en su cama a las 9:00 de la mañana y se tomaba dos horas para escuchar la radio, leer periódicos, fumar y luego sumergirse en la tina de baño durante una hora, para disfrutar de una copa de vodka, antes de la hora de la comida.
En cambio, la entonces princesa Isabel y heredera al trono británico prefería despertar a las 7:30 para tomar un baño. Mientras una de sus empleadas preparaba la tina con agua caliente, la reina tomaba el té y escuchaba las noticias de la BBC.
“Su empleada iba al baño para llenar la bañera, que siempre tenía que estar a la temperatura adecuada: para ello emplea un termómetro en un estuche de madera y se asegura de que no haya más de 17 centímetros de agua”, dijo el corresponsal de realeza Brian Honey al diario británico Daily Mail, hace unos años.
La familia real británica pone especial atención en la temperatura de su bañera, debido a que, en 1999, durante unas vacaciones en la isla de Mustique, la princesa Margarita quiso preparar su propio baño y se quemó los pies con el agua que estaba hirviendo, como consecuencia se apartó de los compromisos de su agenda y eso casi provoca que no asistiera a la boda de su sobrino, el príncipe Eduardo.
Así que, la temperatura del agua en la bañera no podría ser considerado como una exigencia, aunque sí hay otras, por ejemplo: “El tapón de la bañera del príncipe Carlos debe estar colocado en una posición determinada, y el agua debe estar solamente tibia y llegar a la mitad”, explicó Paul Burrel, ex mayordomo de la princesa Diana en el documental Serving the Royals.
Finalmente, aunque algunos medios trataron de mostrar una supuesta rivalidad entre las hijas del rey Jorge VI y la Reina Madre, en realidad llevaban una relación muy cercana y de admiración, sobre de todo de parte de Margarita hacia su hermana mayor, “Mi hermana tiene aura. Me causa mucha impresión cuando entra a una habitación. Es una especie de magia”, dijo en una ocasión durante una entrevista para Radio Times.