Tras la publicación de
como la princesa Diana, para la cuarta temporada de la serie de televisión The Crown que se estrenará el próximo 15 de noviembre, la joven actriz reveló la gran presión que vivió la interpretar a Lady Di.
En entrevista para el diario The Sunday Times, la actriz de 24 años dijo que dar vida a Diana de Gales fue intimidante al principio: “Hay una gran presión que viene con Lady Di”, “Todos sienten que es de su propiedad”, dijo sobre la conexión que hasta la fecha tienen sus seguidores con ella, “Las expectativas han sido abrumadoras desde el principio”, añadió Emma.
Por otro lado, también abrió su corazón y confesó que siente una conexión con la mamá del príncipe William y el príncipe Harry: “Sé que es extraño y cursi, pero siento que la conozco”, además, habló sobre las dificultades de la vida privada de Diana, quien padecía de bulimia nerviosa, un trastorno alimenticio relacionado con atracones de comida y frecuentes purgas.
“Basándome en mi experiencia, no es que haya experimentado ese tipo de autolesión, pero la salud mental en general, puede llevarte por un camino muy oscuro cuando estás luchando por hacer frente, cuando las cosas se sienten fuera de control”, añadió la actriz.
“Diana no tenía mucho el amor, el consuelo y la atención que necesitaba del hombre que amaba o de la familia, quienes en realidad no estaban actuando como una familia para ella. Hay una acumulación de emociones con la que no puede lidiar, y enfermarse es una forma de recuperar el control”, agregó.
Patrick Jephson, ex secretario privado de Diana de Gales fue una pieza fundamental para que Emma construyera al personaje: “Dijo que era tan naturalmente feliz. Cuando se unió a la familia real, había venido de vivir con compañeros de piso en Earls Court y era una chica muy normal. Patrick dijo que todavía estaba llena de esas tonterías de niña, muy con los pies en la tierra”, agregó.
Cabe recordar que hace poco, Netflix lanzó un tráiler, donde se puede ver a
y el príncipe Carlos el 29 de julio de 1981. En una entrevista para la revista British Vogue reveló que en una escena todo el set quedó en silencio al verla usando el vestido de novia, que por cierto, para ponérselo necesitó la ayuda de 10 personas.