Casi siete meses después de anunciar su separación de las funciones de la familia real, tras varias controversias por su relación cercana con el fallecido empresario, Jeffrey Epstein, tal parece que no hay intención de que el
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“El príncipe esperaba que su cambio de estado fuera temporal, pero esas esperanzas desaparecieron. La familia real ‘no tiene planes de revisar su posición” dijo un corresponsal del diario The Sunday Times.
Al parecer, la revelación de nuevos detalles en el documental de Netflix, Jeffrey Epstein: Filthy Rich y la publicación del libro Prince Andrew: Epstein and the palace, sobre su amistad con el fallecido empresario,
a menores de edad, fue la razón para que el príncipe no volviera a sus funciones reales.De hecho, cuando anunció que se retiraba de sus funciones, admitió:“las circunstancias relacionadas con su asociación con Epstein se han convertido en una interrupción importante para él en su trabajo dentro de la familia”.
En un acto desesperado por volver,
contrató a Mark Gallagher, un especialista en relaciones públicas y experto en gestión de crisis, para que trabajara con su equipo legal y juntos limpiaran su nombre, así como rehabilitar su imagen, pero por lo visto, el esfuerzo no fue suficiente.Lo último que se sabe del tercer hijo de la reina Isabel II, es que en mayo acompañó a su exesposa, Sarah Ferguson a entregar cupcakes para el Hospicio Thames. No obstante, lejos de mejorar su imagen pública, recibió varias críticas, sobre todo del biógrafo real, Tom Bower, quien aseguró que: “era bastante patético que usará a la crisis del coronavirus para volver a ser el centro de atención”.