Rachel Mielke, CEO y fundadora de Hillberg & Berk, compañía canadiense de joyería, compartió la majestuosa experiencia de diseñar una joya personalizada para la reina Isabel II, pues asegura que pocos son un símbolo de inspiración como ella.
“No puedo pensar en otra mujer que represente mejor el significado de brillar”, dijo Mielke. “Su majestad, la reina Isabel II, es un símbolo de fuerza e inspiración, no sólo para los canadienses sino para el mundo entero”.
Cuando el gobernador general de Canadá, David Johnson, viajó por primera vez a Londres para visitar a la reina, decidió sorprenderla con una cortesía digna de la monarquía inglesa; durante la reunión, la cual se llevó a cabo en la embajada canadiense, sorprendieron a la monarca con un Sapphire Jubilee Brooch
Este prendedor de 18 kilates, tiene forma de copo de nieve en honor al frío paisaje del Ártico; además, fue diseñado por el joyero estrella de la compañía, tardó más de 8 meses en elaborarse y cuenta con 400 diamantes y 48 zafiros canadienses procedentes de la Isla de Baffin.