Hace unas horas, a través de un video en sus redes sociales, el presidente de la Cámara de Diputados y hasta ayer aspirante a la contienda presidencial del próximo año, Santiago Creel decidió bajarse del proceso interno de la oposición.
De esta forma, la competencia se centra en sólo dos personajes; la panista Xóchitl Gálvez y la priista Beatriz Paredes, quienes empezaron con por lo menos 13 precandidatos, de Acción Nacional, el Revolucionario Institucional y el de la Revolución Democrática.
Desde mucho antes que se le diera forma al proceso, ya había funcionarios que habían levantado la mano para contender por la candidatura presidencial que haría frente a Morena en las nacionales del próximo año.
La senadora ex panista Lilly Téllez había sido una de las más mediáticas, pero una vez que se dieron a conocer las bases de la competencia, decidió declinar argumentando diferencias con un proceso que “no garantiza la equidad”, como ella misma mencionó a finales de junio.
El PRI también tuvo sus bajas en el movimiento también conocido como Va por México. Una de las bajas más significativas fue la de la también integrante del Senado Claudia Ruiz Massieu. ¿Las razones de la legisladora?, "una alianza que va en contra de las normas electorales y de sus principios”.
De los cuatro panistas que empezaron la carrera, sólo Xóchitl Gálvez sobrevive. Atrás quedaron Santiago Creel, Gabriel Quadri y Jorge Luis Preciado, quienes se quedaron con las ganas de verse en las boletas electorales.
Algo similar pasó con los perredistas Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles, además de José Jaime Enrique Félix, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Ignacio Loyola Vera, Israel Rivas y Sergio Iván Torres Bravo.
Pero las bajas más mediáticas y sonadas fueron las del ex jefe Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera , (hace poco más de un semana), Enrique de la Madrid, quien “no llegó a la final”, y más recientemente, Santiago Creel, quien pese a ser finalista, abandonó la contienda en apoyo a Xóchitl Gálvez.
