El mandatario estadounidense, Joe Biden, se sometió hoy a una colonoscopia para la que tuvo que ser anestesiado, por lo que, en su ausencia, el poder, mando y máximas decisiones del gobierno de los Estados Unidos, estuvieron a cargo de Kamala Harrys.
La vicepresidenta de 57 años sostuvo el cargo por poco más de hora y media, lo que la convierte en la primera mujer en tener el cargo de Presidente de los Estados Unidos.
El "nombramiento" no requirió de ceremonia ni actos protocolares, por lo que la servidora pública estadounidense simplemente asumió el poder que la facultó para tomar decisiones urgentes que no puedan esperar a que el presidente despierte.
Harris de hecho continuó trabajando desde su oficina de siempre en la Casa Blanca y no en el Despacho Oval, desde donde preside Joe Biden, quien mañana cumplirá 79 años.
En cuanto a la salud del demócrata, se trata de un chequeo médico de rutina en el Walter Reed Medical Center, el mejor centro médico militar del país.
Biden es el hombre más longevo en llegar a la presidencia de la unión americana y, aunque su salud nunca ha sido una preocupación mayor, sí fue un recurso utilizado por sus contrincantes de campaña en 2019, quienes se referían a él como "algo viejo".
Esta no es la primera ocasión en la que el poder de un presidente de Estados Unidos se transfiere al vicepresidente en turno, casi siempre por procedimientos médicos que requieren anestesia.
Joe ya se reintegró a sus actividades normales y lo primero que hizo fue hablar con Kamala, según reportó la Casa Blanca. Hasta ahora el gobierno de Estados Unidos no ha dado a conocer los resultados de las pruebas médicas del presidente.