¿Quiénes son los “cónsules de la memoria” de Beatriz Gutiérrez Müller?

UN POCO DE CONTEXTO

El 19 de octubre de 2018, antes de que Andrés Manuel López Obrador oficializó su periodo presidencial, nombró a su esposa, la escritora y académica Beatriz Gutierrez Muller, como la presidenta del Consejo de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural, un organismo que cuyo fin -según se anunció en aquel momento- es “la preservación, cuidado y digitalización del patrimonio histórico, artístico y documental de nuestro país”.

Entre los integrantes originales de este consejo se encuentran el creador escénico Arturo Beristain Bravo, la escritora y periodista Elena Poniatowska, el flautista Horacio Daniel Franco Meza, el escritor Carlos Pellicer López, la historiadora del arte María Isabel Grañén Porrúa, la investigadora y filósofa Margarita Valdes González-Salas, la escritora Cristina Barros Valero y el historiador Luis Humberto Barjau Martínez.

En aquel evento que se celebró en el Archivo General de la Nación, Gutierrez Muller aclaró que este “consejo asesor externo y honorario trabajará de manera gratuita y voluntaria, aportando un apoyo metodológico, técnico y creativo, con el fin de coadyuvar en la custodia de la riqueza cultural de México”.

Este consejo que sesionó por primera vez el 21 de mayo de 2019, complementa los deseos de Andrés Manuel López Obrador por reivindicar los agravios cometidos por España durante el proceso de conquista y recuperar archivos de México que se encuentran en acervos del extranjero.

CÓNSULES DE LA MEMORIA

Según lo señalado por el semanario Proceso, los primeros en ocupar espacios en embajadas fueron el escritor y maestro en letras iberoamericanas Jorge Arturo Abascal Andrade y la historiadora e investigadora Lilián Illades Aguiar ; ambos pertenecientes al círculo cercano de Beatriz Gutierres Muller.

Ella en España y él en Italia, ambos asumieron la tarea de revisar en acervos históricos de estas naciones europeas lo relativo a los agravios durante la conquista y el papel de la iglesia católica en este periodo.

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Llama la atención del autor del artículo publicado el pasado 2 de mayo de 2021, la presencia de Nancy Márquez Muñoz quien es licenciada en comercio internacional y, sin embargo, fue enviada a Sevilla a investigar el Archivo General de Indias, un archivo creado en 1785 por el rey Carlos III. La comisión fue realizar un listado de los agravios cometidos contra los pueblos originarios durante la Conquista.

Todos los puntos se conectan también con la visita que en octubre pasado realizó Beatriz Gutierrez Muller por Europa. La razón, según explicó el propio presidente a través de su cuenta de Twitter, es solicitar a los gobiernos de Francia, Italia y Austria, piezas de valor arqueológico e histórico para exhibirlos en septiembre próximo en el marco de las celebraciones de los 200 años de la firma de la consumación de la independencia.

LOS LOGROS

Las peticiones del presidente han sido expresas: ha pedido que España se disculpe con México por los daños causados hace 400 años por la conquista, al Vaticano por la participación de la religión en este proceso y a Francia por la invasión francesa y la breve instauración del imperio de los Habsburgo.

Algunos de los logros de Beatriz y sus “cónsules” son la digitalización de los Códices Matritenses del misionero franciscano Bernardino de Sahagún, la versión más antigua conservada de la Historia General de las Cosas de la Nueva España, la revisión de los Fondos Vaticano , la digital al acervo sobre México de su Biblioteca Nacional de Viena.

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Entre las piezas solicitados por México a los gobiernos europeos se encuentra el Codex Fiorentino localizado en la biblioteca Medicea Laurenziana (Florencia), el Codex Cospi que está en la Universidad de Bolonia, el Codex Vaticano de la cultura náhuatl, el Códice Ríos de la cultura tolteca-chichimeca, y un mapa de Tenochtitlan. Aún no se ha confirmado ni negado dichos préstamos.

El gran ausente de las celebraciones será el Penacho de Moctezuma, el cual fue solicitado al gobierno de Viena en donde se encuentra la pieza de arte plumario prehispánico. Sin embargo se ha documentado que será imposible su traslado pues aún no existen los mecanismos de transporte que faciliten su traslado sin poner en riesgo al tocado del rey azteca.