En la Ciudad de México nunca faltan nuevos restaurantes, pero pocas logran brillar como Bistro 44, un espacio que abrió sus puertas a finales del año pasado y que ya se está convirtiendo en un favorito de muchos. La razón es la alianza entre la chef Mónica Patiño y el chef francés Corentin Bertrand, quienes han creado un concepto que se siente sofisticado pero cercano.
Lo primero que hay que aclarar es que aquí no se trata de un lugar más de cocina francesa. Bertrand lo resume con una frase contundente: “No es comida francesa, es la comida de un chef francés en México”. Y esa declaración se prueba en cada plato, donde las técnicas clásicas se fusionan con ingredientes locales que les dan un sabor único.