Inspirados en ese je ne sais quoi tan característico de la maison, RICH y RICH Rosé traen una vibra solar, fresca y muy fácil de disfrutar. Están pensados para acompañar desde una tarde junto a la alberca hasta una noche con vista a la ciudad. ¿El truco? Su mezcla dulce, frutal y ligera que se lleva de maravilla con el calor… y con el mood veraniego que solo Veuve sabe capturar.
Veuve Clicquot tiene la mejor fórmula de verano: Sun Club + champagne con hielo
Veuve Clicquot lo volvió a hacer. Este verano llega con dos etiquetas listas para conquistar los Sun Clubs: RICH y RICH Rosé, champagnes diseñados para tomarse on the rocks.
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RICH brilla con un bouquet que va de la piña al mango, pasando por notas de lemongrass y menta, creando una mezcla que se siente como un trago de verano en cada copa. Es fresco, aromático y tiene ese dulzor justo que lo convierte en el mejor acompañante para días de calor. Es el tipo de champagne que no necesitas reservar para una ocasión especial: él es la ocasión.
Mientras tanto, RICH Rosé suma a esa fórmula ganadora los clásicos frutos rojos con un toque exótico y especiado que le da un giro inesperado y delicioso. Cada trago es un juego entre lo dulce, lo frutal y lo vibrante, ideal para quienes aman las burbujas pero buscan algo distinto, más atrevido, más actual. Ambas etiquetas tienen 55 gramos de azúcar por litro, lo que las clasifica como champagnes dulces, sí, pero también versátiles, relajados y perfectos para tomarse desde el primer rayo de sol hasta que se apague la última luz de la tarde.
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Bienvenidos al
Sun Club
Este lanzamiento no llega solo. Veuve Clicquot presenta su nuevo Sun Club en México y lo podrás encontrar en Viceroy Los Cabos, sin duda, una invitación abierta a vivir el champagne de forma más libre, espontánea y despreocupada al puro estilo solar de la maison. Imagina un escenario donde el amarillo lo inunda todo, desde sombrillas, copas y outfits hasta los atardeceres. El único dress code es estar de buen humor y tener ganas de brindar.
Aquí, los cocteles se enfrían con estilo, las botellas de RICH y RICH Rosé son las protagonistas absolutas y la música vibra con el mismo ritmo que las burbujas. Aquí el lujo no se mide en etiquetas, sino en momentos compartidos, risas largas y copas que se llenan una y otra vez.
Porque si algo ha entendido Veuve Clicquot a lo largo de sus más de 250 años es que el champagne no tiene que ser formal ni complicado. Puede ser brillante, divertido, lleno de sabor… y sí, puede servirse con hielo sin perder ni una pizca de glamour. De hecho, gana una nueva actitud más refrescante, más accesible y más cool.
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