Una alimentación sana nos ayuda a mantenernos en forma, reducir riesgos de desarrollar enfermedades y muchos otros beneficios. Todo esto se suma a una vida en estabilidad y si sigues estos pasos, seguramente has notado que cuando comes bien, duermes mejor, tienes mucha más pila durante el día y una mayor concentración.
Muchas veces, cuando estamos en el proceso de cuidarnos creemos que la salida a nuestros problemas es reducir al máximo las calorías, no volver a comer cosas ricas y matarnos haciendo ejercicio. Pero, estas ideas son incorrectas. Cuando las personas toman este camino “fácil”, no logran adaptar estos hábitos como estilo de vida y vuelven a caer en lo que no querían. Es momento de ir más allá para encontrar opciones saludables, que nos aporten nutrientes y al mismo tiempo se nos antoje.
