El crochet ha dejado de ser solo un recuerdo de la abuela o de las vacaciones en la playa. Este año, el tejido artesanal se reinventa con influencias danesas, usando colores cálidos, diseños geométricos y un aire atrevido que armoniza con la estética cozy de la temporada otoñal.
Aunque la moda nórdica destaca por su sencillez y practicidad, no duda en incluir detalles lúdicos. Los gorros de crochet ilustran perfectamente esto: mezclan su funcionalidad con un estilo que refleje frescura, personalidad y un matiz nostálgico. La pieza clave para esta temporada de transición, y aquí te contamos cómo llevarlo y triunfar mientras lo haces.