Sus inicios en el mundo de la moda
Su primer acercamiento a la industria de la moda fue gracias a su abuelo, quien tenía una fábrica de piel en Baja California. A Kiko le encantaba ir a la fábrica, pues era como su “patio de juegos”. Ver el proceso de cómo un pedazo de piel se podía transformar en una chamarra le causaba fascinación, “creía que hacían magia”, cuenta el diseñador.
A pesar de no haber estudiado nada relacionado con la moda, sus conocimientos en el diseño los adquirió en “la universidad de la vida”. Desde pequeño comenzó a dibujar y tenía el sueño de algún día poder crear sus propias prendas.