Inmerso en una profunda depresión, Ricardo Garza experimentó con diversas técnicas para sanar la historia heredada y evolucionar como individuo en sus relaciones interpersonales. Su enfoque inicial consistió en identificar las elecciones amorosas arraigadas en nuestro inconsciente. Al trabajar en ello, buscó descifrar y liberarse de patrones limitantes que, a menudo, ni siquiera reconocemos.
Conoce la desprogramación evolutiva, técnica para construir relaciones sanas
Ricardo Garza nos compartió la técnica ideada en un periodo significativo de su vida, marcado por el descubrimiento de información heredada, teniendo la posibilidad de transformar nuestras realidades.
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La Desprogramación Evolutiva, de Ricardo Garza, para tener relaciones sanas
Bajo la premisa de que "nos enamoramos de programas y no de personas", Ricardo explica que las personas que permanecen en nuestra vida a largo plazo (amigos, parejas, hijos) comparten información inconsciente similar a la nuestra. Este vínculo, según él, es lo que nos atrapa, llevándonos a enamorarnos de aquellos con quienes compartimos estas programaciones. La clave radica en evitar que el inconsciente identifique a esas personas cercanas como familiares, evitando así el denominado "incesto simbólico".
¿Cómo tener relaciones sanas?
Ricardo señala que el apego siempre está relacionado con la representación inconsciente de algún familiar por parte de la persona frente a nosotros (la pareja). Estos simbolismos facilitan la identificación de los patrones familiares y, posteriormente, permiten la disociación.
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El concepto de "gemelo simbólico" se refiere al amor a primera vista, caracterizado por una intensa descarga de energía que crea una conexión íntima inicial. Sin embargo, después de dos o tres años, esta atracción física tiende a desvanecerse y Ricardo sostiene que la decisión de permanecer con esa persona se debe a la creación inconsciente de un lazo familiar, considerándose como hermanos o gemelos, según su teoría.
Esta teoría impacta profundamente en el autoconocimiento, permitiendo a las personas determinar la dirección de sus relaciones y sanarlas. "Somos niños heridos en la vida de adultos", afirma Ricardo, alentando a reconocer las heridas de la infancia para identificar patrones repetitivos en la relación de pareja. Proporciona algunos consejos, entre ellos:
- Reconocer conflictos y buscar su origen (papá, mamá, ancestros).
- Sanar las emociones relacionadas (abandono, miedo, traición, enojo).
- Liberar esas emociones cambiando la percepción de cómo nos trata la pareja y cómo la tratamos.
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Ricardo, apasionado por los resultados de las terapias, aborda no solo temas de pareja, sino también cuestiones económicas, de camino de vida, salud, entre otros. Su objetivo principal es que el paciente tome conciencia del origen de sus conflictos, propiciando así un cambio significativo en su vida.
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