Tu cuerpo tiene una inteligencia que percibe tu diálogo interno y la manera en la que mental y emocionalmente te diriges a él. Cada una de tus células responden a lo que te dices a ti misma, ya sea positivo o negativo, y el impacto que tienes ante tu cuerpo es mucho más grande de lo que crees.
De hecho, la epigenética demuestra que las células cambian en función de su entorno, y si cambiamos nuestra manera de dirigirnos al cuerpo y nuestra percepción de la vida, estamos cambiando nuestra biología.
Cuando tienes una actitud de rechazo, agresividad o crítica hacia tu cuerpo, tus células cambian su estructura, lo cual interfiere con tu salud, metabolismo y pérdida de peso. Realmente tu única responsabilidad es aprender a conectar con tu cuerpo para saber lo que necesita.
Pero para conectarte con tu cuerpo tienes que reconciliarte con él, es decir, hacer las paces de una vez por todas. Quiero que entiendas que tu cuerpo es como un bebé, el cual desea inmensamente recibir amor y abrazo de tu parte.
Imagínate tratando de un bebé de forma ofensiva y constantemente forzarlo a pasar hambre o excesos. Así como nunca se te ocurriría maltratar a un bebé, quiero que hagas lo mismo con tu cuerpo.