Con el estreno de la bioserie Chespirito: Sin querer queriendo, el público ha redescubierto la importancia que tuvo un personaje clave en la vida y obra del actor, escritor y productor mexicano Roberto Gómez Bolaños. Se trata de Graciela Fernández, quien fuera su primera esposa y mamá de sus hijos, y quien a la postre se convirtió en un pilar de quien es considerado un genio de la comedia televisiva.
Graciela, de origen argentino, conoció a Roberto Gómez Bolaños cuando ella tenía 15 años y él 22, en la colonia Del Valle de Ciudad de México, en lo que ha sido descrito como un flechazo inmediato.