Por más de diez años, Andrea Legarreta estuvo alejada de las telenovelas porque se enfocó en su carrera como conductora del programa Hoy.
El último trabajo que la presentadora realizó como actriz fue en 2013, cuando tuvo una participación especial en el melodrama Qué pobres tan ricos, una producción de Rosy Ocampo protagonizada por Zuria Vega y Jaime Camil.
A más de una década de ese momento, Andrea Legarreta anunció su regreso a las telenovelas en Amanecer, la nueva producción de Juan Osorio, proyecto que la retó como actriz al tener que besar a sus compañeros Fernando Colunga e Iván Arana.
La conductora reconoció que grabar esas escenas resultó todo un reto, pues no había besado a ningún otro hombre desde su separación de Erik Rubín. Durante un reciente encuentro con la prensa, Andrea Legarreta compartió cómo se sintió cuando grabó las escenas en las que tuvo que besar a Arana y a Colunga:
"Hice escenas que nunca había hecho, sexys, de besos más intensos. En un inicio me costó trabajo porque yo en las telenovelas que hacía, ni mis villanas más villanas eran así, eran muy fresas, entonces me tocó hablar con ellos, Iván Arana, que es un actorazo, y Colunga, han sido muy buenos compañeros conmigo".
La actriz contó que previo a grabar esas escenas, tuvo una platica sus compañeros sobre el trabajo que harían juntos. "Les dije: 'Desde que nos separamos Erik y yo, no he salido con nadie', más allá de lo que puedan pensar o inventar sus historias, pero no me había besado con nadie, entonces, imagínense el nervio, me acordé que sí sabía bien eso", contó.
Aunque al principio fue difícil, al final pudo más su profesionalismo. "Con Fer y con Iván, no bueno, fue muy complicado, yo sudaba y ellos se daban cuenta, pero al final no podía hacer el ridículo, soy una cincuentona, aunque he hecho mucho de conducción, he sido actriz desde que era una niña, entonces pensaba: 'No puedo salir con el ridículo de 'Ay, qué pena, dije no, si vamos a hacer las cosas, las vamos a hacer bien'".
Finalmente Andrea Legarreta bromeó al decir que tras superar los nervios, se sintió como pez en el agua: "Al ratito yo decía '¿Se puede tardar media hora?", dijo entre risas. Finalmente cuando los reporteros le preguntaron si, después de dos años separada, sigue abierta a tener una nueva relación, reconoció: "No, no me cierro nunca".
