La escritora J.K. Rowling se ha convertido en una de las personalidades más divisivas de la cultura popular acerca de sus polémicas opiniones sobre el movimiento trans y su concepción biológica de la feminidad.
Sin embargo, la imagen tan negativa que de ella tienen ciertos sectores de la opinión pública, especialmente las generaciones más jóvenes, o la forma en que le han dado de lado los actores más famosos de las adaptaciones cinematográficas de su saga de libros Harry Potter, como Daniel Radcliffe o Emma Watson, no han afectado en absoluto a sus finanzas, que se encuentran mejor que nunca.