Si alguna vez hubo alguna esperanza de que Kanye West y Kim Kardashian se reconciliaran después de que ella solicitó el divorcio a principios del año pasado, no cabe duda de que se esfumó cuando el rapero comenzó a hacer gala de un comportamiento muy preocupante que no ha parado en empeorar en los últimos meses.
Primero fueron los ataques que realizó contra el entonces novio de Kim, Pete Davidson, llegando incluso a decapitar un muñeco suyo en uno de sus videos, y más tarde su empeño por ventilar los trapos sucios de su relación en las redes sociales, como por ejemplo las discusiones que estaban teniendo acerca de la educación de sus cuatro hijos.