El rapero quería que estudiaran en la escuela que abrió en California y ella se negaba; al final acordaron que los niños acudirían a clases de coro y otras actividades extraescolares en el centro.

Pero la gota que derramó el vaso fueron los comentarios antisemitas de Kanye, de los que se niega a retractarse y que Kim ha condenado junto al resto del mundo. El problema es que no puede hacer lo mismo delante de sus hijos, porque quiere que ellos sigan admirando a su papá.
"Lo protegía, sin duda y todavía lo hago a los ojos de mis hijos, por mis hijos. En mi casa, mis hijos no saben nada de lo que pasa en el mundo exterior", reveló Kim en el podcast IRL de Angie Martinez. "Estoy pendiendo de un hilo, y estoy muy cerca de que se rompa. Pero mientras siga así, protegeré eso hasta el fin del mundo. Todo el tiempo que pueda", agregó.