La modelo Emily Ratajkowski ha pasado en solo unos meses de confirmar su separación y el inicio de los trámites de su divorcio, tras reconocer públicamente que su ya exmarido, Sebastian Bear-McClard, le había sido infiel, a dejarse ver en actitud cariñosa y despreocupada con el cómico Pete Davidson, uno de los actuales galanes del mundo del entretenimiento a raíz de sus mediáticos noviazgos con Ariana Grande y, posteriormente, con Kim Kardashian.
La última aparición pública de la modelo y la antigua estrella de 'Saturday Night Live', cuyos amigos aseguran que simplemente se están divirtiendo y que, al menos de momento, no tienen intención de formalizar lo suyo, se produjo hace un par de semanas en un partido de la NBA. Esa puesta en escena fue interpretada como una confirmación de su romance totalmente deliberada, ya que los pabellones del baloncesto profesionales no son precisamente los lugares más adecuados para pasar desapercibidos, entre aficionados, fotógrafos y, por supuesto, las cámaras de televisión que registran cada movimiento.
Por eso los fans de Emily reaccionaron sorprendidos esta semana cuando la también comunicadora recurrió a su propio podcast, 'High Low', para adentrarse por primera vez, tras el fin de su matrimonio, en el mundo de las aplicaciones de citas.
Lo cierto es que se trataba de un mero experimento del que, además, no salió muy satisfecha, por lo que nadie debería preocuparse en exceso de la salud de su relación con Pete, cualquiera que sea su naturaleza.
De hecho, lo primero que admitió la modelo es que su iniciativa había sido concebida para irritar a sus 'haters' y a todos los que se atreven a darle instrucciones acerca de cómo vivir su vida.
"Me dije: 'Me da igual'. Me sentía desafiante porque hay tanta gente que me ha dicho que no lo haga", asegura poco antes de ofrecer su veredicto sobre la experiencia.
"Siento que esta aplicación es demasiado blanca. Es muy blanca y siempre encuentro el mismo tipo de hombre y de mujer. No creo que vaya a encontrar a mi chica ideal aquí", ha confesado.