Ya lo avisó la propia Rihanna al ser cuestionada al respecto: fiel a su carácter más transgresor, tanto la artista como su pareja, el rapero ASAP Rocky, han optado por la originalidad absoluta a la hora de organizar una fiesta para celebrar el cercano nacimiento de su primer bebé junto a sus amigos más cercanos.
Según el portal de noticias HipHollywood, los dos enamorados quisieron que sus festejos se asemejaran a los de una discoteca llena de gente, a altas horas de la madrugada y con una interminable sesión de música 'techno' como telón de fondo.
En efecto, los futuros papás quisieron recrear en todo su esplendor esa cultura de club que representaban a la perfección las 'raves' de los años 90 y la década de los 2000.
Para garantizar la privacidad, tanto de la pareja como de todos los presentes, Rihanna y Rocky pidieron a sus invitados que guardaran sus teléfonos en la entrada, ya que las fotografías y vídeos estaban prohibidos.
El código de vestimenta implicaba, como era de esperar, prendas muy llamativas y de cegadoras tonalidades, aunque la pareja agasajó a los asistentes con una camiseta cuyo eslogan rezaba: "Fui a la Rave Shower de Rih y Rocky y todo lo que conseguí fue esta maravillosa camiseta".
Los dos intérpretes se encuentran en una situación inmejorable con respecto a su proyecto de vida en común. Sin embargo, los problemas legales vuelven a acechar al astro del hip hop, quien fue arrestado la semana pasada por su supuesta responsabilidad en un tiroteo que se produjo el pasado mes de noviembre.
Rocky salió de prisión preventiva solo unas horas más tarde tras abonar una fianza de 550 mil dólares.