Melania Trump recibió un bombazo la mañana de este jueves luego de que el periódico The Washington Post revelara que supuestamente tiene una mala relación con su hijastra, Ivanka Trump y que durante su primer año en la Casa Blanca usó cuentas de correo personales para gestionar asuntos oficiales.
A menos de una semana de que su marido haya sido confirmado por Partido Republicano para contender por segunda vez a la presidencia de EEUU, la esposa de Donald Trump respondió.
En esta ocasión, decidió aclarar los rumores a través de su cuenta de Twitter con un mensaje en el que pide hacer caso omiso a las habladurías.
“Esta tarde presidiré una mesa redonda con algunos increíbles ciudadanos en recuperación y las grandiosas organizaciones que los apoyan. Animo a los medios de comunicación a centrarse e informar sobre la crisis de las drogas en la nación, no en rumores ilusorios y maliciosos”, escribió en su tuit.
Melania Trump se refería también a las revelaciones de su ex mejor amiga, Stephanie Winston Wolkoff, quien en su libro Melania y yo: el ascenso y la caída de mi amistad con la Primera Dama denuncia que la esposa e hija mayor de Donald Trump nunca se han llevado bien y que incluso en conspiración con Stephanie llegó a trazar un plan para “bloquearla”.
Sobre los mails y mensajes enviados desde cuentas personales y no desde el correo institucional de la Casa Blanca en el que Melania y Winston Wolkoff hablaron y gestionaron diversos eventos, incluida la inauguración presidencial, respondió Stephanie Grisham, portavoz y secretaria de personal de Melania Trump quien aseguró que tanto, como la primera dama y su personal: “han tomado medidas para cumplir con el estándar de la Ley de Registros Presidenciales, relacionados con la preservación de registros que documenten adecuadamente las actividades oficiales”.
En otro de los pasajes su libro, Winston Wolkoff explica el motivo por el que su ex amiga se negó a mudarse a la Casa Blanca durante cinco meses. Melania exigió que se hiciera remodelación y redecoración en la residencia “empezando por una nueva ducha y retrete”, pues supuestamente se negaba a usar la misma regadera y WC que los Obama.