En una familia en la que regalar bótox o descuentos para el cirujano plástico está a la orden del día, Kylie Jenner ostenta el dudoso honor de ser la persona que más ha dado que hablar por la evolución que ha experimentado su imagen desde que saltó a la fama en la adolescencia.
Tras una etapa inicial en la que se negó a confirmar que hubiese recurrido a las infiltraciones para aumentar el volumen de sus labios -la versión oficial era que jugaba con los tonos de delineador para darles un aspecto más voluptuoso-, la joven empresaria pasó a proclamar las bondades del 'contouring' y los tratamientos de belleza no invasivos para justificar los cambios que se habían producido en su rostro.
Como esta explicación sigue sin convencer a muchos, Kylie decidió publicar ahora en sus Stories una comparativa con el 'antes' y el 'después' de su paso por el maquillaje para mostrar el poder de los productos que ella misma vende a través de su empresa Kylie Cosmetics.
Esas dos selfies, sacadas frente al espejo, le han servido para aclarar de paso que utiliza realmente el maquillaje de su propia marca a diario.
"Todos estos han pasado lo suyo", afirmó ella enfocando con la cámara sus polvos compactos favoritos. "Me sorprende mucho que mi blush tengan todavía un aspecto normal, pero solo quería enseñarles que sí que los uso y que son geniales".