Este miércoles 27 de noviembre se llevó a cabo la que sería la
antes del juicio (programado para el 9 de diciembre) en la que una corte de Estados Unidos definiría si el actor mexicano es culpable o no del delito de homicidio imprudencial del que se le imputa tras la muerte de Ricardo Hernández, con quien tuvo un altercado vial.
A pesar de que eran horas de incertidumbre, Ana Araujo, esposa del actor, compartió en sus stories una imagen inesperada: la de su marido con Mauro, el hijo que tienen en común y que jamás había aparecido en sus fotos.
En blanco y negro y fechada el 17 de noviembre, la fotografía muestra al protagonista de Mi adorable maldición y a Mauro sentados en un sillón, mientras el actor le enseña a tocar lo que parece un ukulele.
La instantánea (en la que se puede ver también un árbol de navidad) fue tomada en la casa donde Lyle cumple su arresto domiciliario y en la que la estrella de telenovelas ha recibido a sus hijos en varias ocasiones desde que fue detenido por haber golpeado a Hernández.
Últimamente Ana Araujo ha mostrado esta otra faceta de Lyle. El 27 de octubre, la health coach compartió también en Instagram una serie de fotografías de su esposo con Arantza, hija de Ana con motivo de su cumpleaños número nueve.
Lo que viene
Durante la audiencia del 27 de noviembre, los abogados de Lyle
de desestimar el alegato de que actuó en defensa propia y solicitaron que el protagonista de Mirreyes Vs. Godínez sea declarado no culpable, según dio a conocer el programa Ventaneando.De acuerdo con los documentos obtenidos por el programa, los abogados también tocaron el tema de la fianza por 50 mil dólares que devolvería la libertad al actor además de que solicitaron que Pablo Lyle permanezca en arresto domiciliario durante todo el proceso, y que por lo tanto, no sea trasladado a una prisión, incluso si se viera en peligro su vida por un huracán o algún otro desastre natural.
Este juicio ya no será presidido por el juez Alan Fine, quien abandonó el caso y lo dejó en manos de la magistrada Marlene Fernandez-Karavetsos. Sin embargo, al pasar la estafeta Fine dejó claro que no se debe aceptar el argumento de defensa propia.
Debido a esta apelación, el juicio ya no empezará el 9 de diciembre, como estaba previsto, y la siguiente audiencia se realizará cuando la Suprema Corte tome cartas en el asunto y decida las fechas.