Una extraña coincidencia está relacionada con la muerte de Camilo Sesto

Justo Fenholt saltó a la fama por ser el primer actor en interpretar al Hijo de Dios en la ópera rock en 1971. El éxito le llegó de inmediato, y no fue para menos, pues estuvo presente en 700 funciones, todo un récord para un actor. Incluso llegó a aparecer en la portada de la revista Time.

Pero al igual que la fama, así de rápido le llegaron las adicciones al alcohol y las drogas, en las que estuvo sumido durante algunos años, que una vez superados, lo llevaron a convertirse en pastor protestante.

En esos mismos años de fama y fortuna, Jeff Fenholt se involucró sentimentalmente con la persona más inesperada: Gala, la esposa y musa del pintor español Salvador Dalí. En esa época ella cerca de 80 años y el cantante de 20.

Fue a principios del nuevo milenio cuando Fenholt vendió objetos relacionados con su ex amante, como una carta en donde dejaba claro que entre él y Gala había existido algo más que una simple amistad.

El cantante y la musa de Dalí se conocieron a fines de los 70, cuando él fungió como representante de ventas del pintor y su esposa en Estados Unidos.