Tenía casi 18 años y, sin embargo, Luis Miguel seguía creyendo en su papá. Pero en el capítulo seis de "Luis Miguel, la serie" fuimos testigos de cómo se le empezó a caer la venda de los ojos.
Resulta que su hermano Alejandro emprende un viaje por Italia, donde se encuentra con la nonna, su abuela, y la obliga a que lo lleve a Monzone, Italia, donde supuestamente vivía su madre junto con su nueva pareja, Bruno Ridone.
Hasta el supuesto nido de amor llega Alejandro y, luego de discutir con la abuela (quien prefería dejar las cosas como estaban), cobra valor y toca la puerta. Le abre una señora que se identifica como la ex mujer de Ridone y le asegura que el hombre hace mucho tiempo no vive ahí. Entonces Alejandro le pregunta por el paradero de su última novia y ella le dice que trabaja en un restaurante en Pisa. Alejandro sigue con sus pesquisas y descubre el engaño de Luisito Rey: Ridone había muerto tres años antes y, lo peor, Marcela Basteri jamás fue su novia. De inmediato, Alex llama a Micky para comunicarle la noticia.
Tras ese descubrimiento, Luis Miguel encara su papá, quien, por cierto, recriminó al joven cantante que por culpa de su nuevo mánager, Hugo López, la disquera WEA les hizo una auditoría que podría poner al descubierto los desfalcos y la evasión fiscal, entre otros delitos, que ha cometido.
Por otra parte, el capítulo seis nos permitió conocer la historia detrás del video de “La incondicional”, el video más icónico en la carrera de Luis Miguel. Pero antes de poder filmarlo, el cantante se tuvo que comprometer al máximo y realizar una exhaustiva semana de entrenamiento, en la que aprendió a volar en parapente, a realizar clavados, pero, sobre todo, aprendió el verdadero significado de la disciplina.
En el Heroico Colegio Militar conoce al cadete Tello, con quien hace click desde el primer momento. El militar acepta ir a una fiesta en casa de Micky y al día siguiente llega tarde a su entrenamiento, motivo por el que es suspendido. Tomando el ejemplo del cadete, LuisMi despierta en otros sentidos y comienza a hacerse responsable de sus actos.
Así es como va a casa de Fabiola, fan que sufrió un accidente automovilístico con él en Acapulco, y se disculpa con ella.
Además, se reconcilia con Hugo López y se disculpa con él por su comportamiento. La cosa no resulta igual entre Hugo y Luisito Rey, porque éste último no se cruza de brazos y le reclama por haber orquestado la auditoría y haber hecho creer a Micky que su papá es un delincuente. Y entonces pronuncia quizá la frase más fuerte del episodio: “Representas a Luis Rey junior”.
Además, en este último capítulo se comprobó que Marcela Basteri fue diseñadora del vestuario de Timbiriche. Y aunque se empezaba a colocarse como un negocio exitoso, Luis Rey la manipula para que renuncie a su empresa.