Ante las múltiples pérdidas humanas que han dejado los sismos del 7 y el 19 de septiembre en México, son
La periodista Paola Rojas, que en un inicio fue criticada por tratar de entrevistar a una persona a instantes de ser rescatada, tuvo oportunidad de platicar con Lucía Isabel Zamora de 36 años de edad, quien después de pasar 36 horas bajo los escombros del edificio 286 de la calle Álvaro Obregón, sobrevivió para contar su historia.
El rescate de Lucía Zamora tuvo un detalle especial y es que salió sonriendo del lugar en el que se encontraba. Asegura que algunos de los rescatistas que trabajaron por sacarla con vida, bromearon con ella y le dijeron que les debía una comida.
Fueron 12 los menores de edad que fueron rescatados del Colegio Enrique Rébsamen, que hasta el momento se ha convertido en el
luego del sensible Entre los sobrevivientes del temblor pertenecientes a este colegio está Roberto Carlos Quintero de 12 años de edad, quien quedó atrapado entre los escombros cuando tomaba una clase de yoga al interior del edificio que se derrumbó.“Yo estaba tomando clases de yoga junto a mi grupo, al momento que empieza a temblar nos damos cuenta porque el suelo es de madera y empieza a rechinar[…] A los cinco o diez segundos de estar bajando las escaleras comienzan a moverse muy fuerte y yo al tocar tierra firme colapsa la dirección y yo quedé atrapado entre los escombros. Yo creo que al minuto o a los dos minutos me sacaron de ahí pero mi brazo estaba lastimado y no sabía dónde estaban varios de mis compañeros. Hoy ya vi a algunos y uno de ellos lamentablemente falleció”, dijo apenado.
En el edificio Coquimbo 911 de la colonia Lindavista fue rescatada una abuelita de 95 años de edad, cuyo nieto subió a redes sociales el video que grabó para agradecer a sus salvadores. “Gracias a que los rescatistas que me hicieron favor de salvarme estoy viva; del sexto piso y estando en una orillita de poderme volar, ellos me hicieron favor de rescatarme. Y se los dije: ‘Son ustedes unos ángeles’, gracias, muchas gracias, viva México”, dijo la señora muy conmovida, al borde de las lágrimas.