Vientre plano… corazón contento
CAMBIA DE HÁBITOS Relájate, el estrés provoca retención de líquidos, ansiedad y ganas de comer. Por tu cintura, tómate la vida con calma. Limita las bebidas con gas, incluso las light. No tienen calorías pero inflan el estómago. Camina a paso ligero, sacando pecho y metiendo estómago. Toma conciencia de las abdominales como músculos respiratorios y contráelos para respirar. Así, los endurecerás y te oxigenarás mejor. Mejora el sexo. Elimina calorías, facilita la movilidad intestinal, libera endorfinas y levanta el ánimo. DIETA QUE AYUDA Ingiere fibra con moderación, ya que las verduras y hortalizas como la coliflor, el brócoli, la alcachofa o la cebolla producen gases e inflamación. Como pan integral y cereales. Una vez a la semana, toma frutos secos. De postre elige yogurt, cereales o fruta. Evita las grasas que alentan la digestión. El aceite de oliva natural, el kiwi o un café solo por la mañana son laxantes naturales. Hidrátate bien entre horas, con agua natural, infusiones o pocos jugos naturales.
COME A TUS HORAS No sólo importa cuánto comas y qué, es importante distribuir bien tus comidas para equilibrar tu peso, reducir tu grasa abdominal y controlar los ataques de hambre. Como a horas fijas, sentada y con calma. El desayuno es la comida más importante del día y la que pone tu metabolismo en marcha. Incluye fruta, cereales, lácteos bajos en grasa, frutos secos y oleaginosos (nueces, almendras, pasas, etcétera). El desayuno no engorda, aporta energía que se quema durante el día y te permite no atiborrarte en las siguientes comidas. Haz cinco alimentos, Tres son muy pocos para conseguir que tu organismo reciba todos los nutrientes que necesita y no te falte energía. CENA POCO Y NO TARDE Cenar temprano hará que tu cuerpo asimile bien la energía y no la acumule en forma de grasa. Fruta, cereales integrales o una ensalada son opciones sanas y ligeras. UNA BUENA DIGESTIÓN Puede que no tengas llantitas pero si tu digestión no es buena tu vientre puede hincharse como un balón. La alimentación es decisiva en este proceso. Un vientre inflamado suele deberse a la acumulación de gases, por comer excesivamente rápido, masticar poco los alimentos o por la alteración de la flora intestinal que causa colitis o síndrome de intestino irritable. Si éste es tu problema; evita bebidas con gas, disminuye el consumo de legumbres, come verduras y hortalizas crudas que son regeneradoras de la flora intestinal, comienza cada comida con un plato de ensalada. La piña y la papaya te ayudarán a hacer la digestión tras una comida copiosa.
CONTROLA LOS DULCES El azúcar blanco es el peor enemigo de tu vientre. Sus calorías se instalan inmediatamente en él, y su abuso estimula el sistema nervioso y altera el metabolismo, mejor sustitúyelo por endulzantes sin calorías. DESINTOXÍCATE CON FRUTAS Las fresas son ideales para eliminar toxinas, deshinchar tu vientre y conseguir que tus pantalones abrochen de nuevo; además de que son laxantes te aportarán calcio y fósforo. Las uvas y las manzanas también tienen esas mismas propiedades. EJERCÍTALO Con diez minutos diarios de abdominales, tanto frontales como laterales, en un mes notarás resultados. Para que reflejen su eficacia y evitar lesiones, pide consejo a un entrenador. Combínalos con media hora de ejercicios aeróbicos. Las clases de Belly Dance se han puesto muy de moda en los gimnasios, sus movimientos pélvicos y de cintura fortalecerán tus músculos abdominales. El ejercicio estrella para el vientre son los Pilates, que tienen como principal función fortificar el core.
EMBELLÉCELO Masajes reductores: Drenan, deshinchan y relajan. Actúan sobre el tejido conjuntivo y ayudan a mejorar la irrigación y el drenaje linfático y venoso. El proceso de reducción se produce porque se liberan los ácidos grasos y toxinas acumuladas en la zona tratada. Radiofrecuencia: Es un tratamiento que actúa a través de ondas de calor que regeneran las fibras de colágeno y elastina dando firmeza y tonicidad a la piel; ataca la grasa acumulada. Estrías: Hay muy buenos productos en el mercado contra ellas, la clave está en la constancia. Si la condición de la pie no mejora, los tratamientos con láser dan excelentes resultados para ayudar a desaparecerlas. Mesoterapia: Quema grasa y fortalece el abdomen. Es una técnica que ayuda a reducir y moldear áreas que no ceden con el ejercicio puesto que disminuye el tejido graso. Postura: Camina recta y con el abdomen contraído. Si te paras mal y caminas con el abdomen abultado, estarás creando un abdomen más grande. Si necesitas apoyo, usa fajas no muy apretadas, pero con esfuerzo en los músculos del abdomen. No permitas que otro año pase sin trabajar tu vientre. Empezar no es fácil pero si dejas pasar el tiempo te costará más trabajo.
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