En la publicación en twitter que el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) dedico para despedir a al actriz, cantante, productora y vedette mexicana Irma Serrano, dicen de ella que creó un “estilo aguerrido en el cine mexiccano”. La Tigresa, quien falleció este miércoles a la edad de 89 años, es vital para explicar la narrativa cinematográfica de nuestro país desde principios de la década de 1960.
Apareció en el filme El Santo contra los zombies de 1962, sus primeras colaboraciones se reducían a cameos o pequeños papeles hasta que se convirtió en una de las protagonistas recurrentes, principalmente en los años 70 y 80.
En 1965 participó en cinco películas. Claramente era otra época para la industria: Gabino Barrera, El zurdo, La conquista de El Dorado, Los sheriffs de la frontera, y El hijo de Gabino Barrera.
En el cruce de música y cine es donde se encuentra su consagración cinematográfica con el filme La Martina, en el que hizo popular el corrido del mismo nombre que hablaba de la supuesta traición de una joven de 16 años quien perdió la vida a manos de su esposo. La interpretación de Serrano parece cuestionar el hecho violento y en el filme de René Cardona Jr. que llevó a la pantalla el final se subvierte cuando el personaje interpretado por La Tigresa mata a su marido.
Su sobrenombre proviene también del universo cinematográfico. Este mote lo tomó inicialmente de la historieta de Josçé Guadalupe Cruz Díaz que también llegó al cine de la mano de Cardona Jr. en el que también interpretó a una mujer atípica para las convenciones de la época. Una huérfana toma las riendas de una venganza contra los hombres que mataron a sus padres.
Otro de sus momentos clave fue la versión fílmica de Naná, una adaptación del texto de Émile Zola. Esta fue protagonizada por la propia Irma Serrano junto a otras dos figuras icónicas del cine y la televisión, Isela Vega y Verónica Castro. Una historia determinada por una sensualidad, erotismo y oscuridad presentes desde el material original.