Soumaya Slim

La fricción entre fuerza y fragilidad, en general desafortunada, en el caso de Soumaya Slim es admirable. No conozco a nadie que tenga como ella esa medida tan enorme de humildad sincera (proveniente de un lúcido entendimiento de su fragilidad); su sencillez desarma cualquier agresión. Simultáneamente tiene un poder y dominio interior capaz de enfrentar y superar cualquier situación adversa, tan asumido, que lo que transmite y contagia es principalmente profunda paz. Esa paz y sencillez devastadoras se permean en todas las actividades que realiza con los muchos talentos que posee. Soumaya tiene una gran diversidad de intereses que explora con entrega. Ella disfruta a fondo sus proyectos y los asume con seriedad, entrega y profesionalismo, en un espectro amplio en verdad. Los temas van desde el arte –dirigió por 15 años Museo Soumaya–, la moda y su interés por la vanguardia, la creación y el diseño, (la investigación, adquisición y documentación de objetos especiales), hasta problemas de nuestro país y humanos en diversos sentidos y los aborda con mucha creatividad, pasión y sobretodo a profundidad. Su sensibilidad tan aguda le ha permitido ayudar a muchas personas que se acercan a ella. Siempre soñadora, creativa y ambiciosa, destaca entre sus proyectos, la escuela Porta Cæli que ha desarrollado a lo largo de los últimos años y abrirá pronto sus puertas al publico para transformar el modelo educativo. Lo más admirable en Soumaya es, no por casualidad, lo menos presumible y pomposo. Es una gran mamá con un candor y presencia envidiables, y una amiga incondicional de una generosidad sin medidas.