Aunque no lo creas, para tener un beauty look perfecto las brochas que utilizas juegan un papel muy importante, a tal grado que se convertirán en tus mejores aliadas.
Y sí, seguramente tienes un par que no sabes para qué sirven, pero no te preocupes, toma nota, descubre cómo puedes usarlas y sácales el máximo provecho.
Seguramente tienes más de una brocha en tu kit de maquillaje, y es momento de que las uses correctamente, pues aunque no lo creas existe una brocha diferente para aplicar sombras, base, blsuh, polvo y hasta lipstick.
Toma un poco de sombra en el tono que quieras y deposítala con golpecitos en el párpado móvil. Repite el mismo paso hasta lograr el pigmento que deseas y difumina muy bien para que no queden líneas y puedas lograr una técnica de párpados impecable.
Con una brocha de fibra óptica aplica la base, empezando de en medio hacia afuera de la cara y de la frente hacia abajo. Después difumina muy bien con esta brocha haciendo movimientos circulares para que se fusione con la piel. No olvides poner mucha atención en cuello y orejas para evitar el un look de máscara.
Opta por tu bronzer favorito y aplícalo dibujando un 3 en la cara. Empieza por la frente, sigue hacia abajo de los pómulos y termina en la barbilla. Haz lo mismo del otro lado. Para realzar aún más tus facciones, coloca un poco de iluminador en los pómulos, el puente de la nariz y el arco de cupido –justo arriba de los labios–. Si quieres un efecto lifting coloca un poco de bronzer empezando en el rabillo del ojo con dirección hacia la sien.
Cepilla las cejas hacia arriba con el spooly. Luego rellena los espacios vacíos con gel o sombra marcando pelo por pelo ayudándote de las cerdas en diagonal.
Deposita el producto para difuminar las ojeras y luego bárrelo hacia los lados con esta brocha. Recuerda utilizar sólo la cantidad necesaria para evitar que se marquen líneas de expresión.
Sellar el maquillaje te permitirá que dure intacto por horas. Utiliza el polvo traslúcido para lograrlo y elimina el brillo de la zona T.
Dale profundidad a la mirada y marca la cuenca con un color diferente al del párpado móvil. Hazlo con esta brocha marcando movimientos circulares hasta que se difumine a la perfección.
Sonríe, y justo en las manzanitas de los cachetes aplica el blush, da ligeros golpecitos y luego difumina en forma circular en dirección hacia la sien.
