Aimé Guerlain no tuvo hijos por lo que Jacques quedó bajo la tutela de su tío, adentrándose así en el maravilloso mundo de la perfumería. Tanto que se convirtió en una de las mejores narices del siglo 20 creando aproximadamente 400 fragancias, Ámbar fue la primera de éstas, la cual elaboró en 1890 (incluso algunos de sus perfumes aún continúan siendo parte de la familia olfativa de Guerlain).
Para formarse como perfumista tomó algunos cursos de química orgánica en la Universidad de Paris. En 1893, una vez concluidos sus estudios lo contrataron oficialmente en la empresa, más tarde quedó como propietario de la maison junto con su hermano Pierre, y en 1899 él mismo se nombró jefe de perfumería.
