Una de las propuestas de las autoridades era sacrificarlos, pero los esfuerzos del gobierno se detuvieron después de que se desencadenaran una serie de protestas públicas, por lo que se inició una campaña de esterilización, pero hasta ahora se ha hecho poco para frenar la sobrepoblación de los hipopótamos.
De 2011 a 2019 se castraron cuatro machos y se esterilizaron dos hembras, pero esto “no parece tener un impacto importante en la reproducción”, según reveló el estudio.
Los animales se han extendido desde su hogar original, a unos 260 kilómetros al este de la ciudad de Medellín, en el departamento de Antioquia, dispersándose por la cuenca del río Magdalena y su población continúa creciendo de manera considerable.

Los especialistas publicaron en la más reciente edición de la revista Biological Conservation, que recomendaban que los hipopótamos fueran sacrificados para evitar efectos negativos a largo plazo, pero otros científicos están pidiendo un programa de castración para controlar la población, citando preocupaciones sobre los animales.