El príncipe Carlos tuvo dificultades para aprender Galés
Este gesto de William tiene un gran simbolismo, especialmente porque recuerda las dificultades que su papá, el rey Carlos III, enfrentó para aprender galés cuando asumió el título de príncipe de Gales en la década de 1960.
Durante años, el galés fue una lengua que, aunque importante, representaba un desafío para los miembros de la familia real, quienes tradicionalmente no lo hablaban. Sin embargo, en los últimos años, tanto Carlos III como William han mostrado un mayor interés por esta lengua, que, aunque tradicionalmente hablada en una pequeña región, es un símbolo del orgullo y la autonomía de Gales.
El hecho de que William haya decidido hablar en galés no solo fue un acto de respeto hacia esta parte de su herencia, sino también un claro mensaje de que su papel como príncipe de Gales va más allá de los compromisos oficiales y representa una auténtica relación con Gales y su pueblo.