Este martes la
hizo una aparición sorpresa con sus papás en la sexta jornada de los Commonwealth Games celebrados en Birmingham.
Ese día hubo competencias de natación y la niña de 7 años llevó un vestido de estilo náutico muy apropiado para la ocasión, de la diseñadora Rachel Riley.
Se trata de la misma diseñadora que su mamá eligió para el retrato de Charlotte que se difundió en su sexto cumpleaños. La duquesa de Cambridge suele mantenerse fiel a ciertas marcas -generalmente empresas pequeñas a las que quiere dar visibilidad- cuando se trata de vestir a sus tres hijos.
Por norma general, la esposa del príncipe William consigue agotar las existencias de las prendas medianamente accesibles que se pone para sus compromisos públicos como parte de un curioso fenómeno conocido como 'el efecto Kate', y parece que su hija ya va siguiendo sus pasos como ícono de estilo.
El vestido de Charlotte, que cuesta 39 libras o 960 pesos mexicanos, se agotó en tan solo 24 horas y ahora hay lista de espera para obtenerlo.
La princesa robó todas las miradas ayer con sus
mientras observaba atenta las competencias de natación, hockey y gimnasia.