Los duques de Sussex llevan más de un año trabajando en una serie documental como parte del multimillonario acuerdo de colaboración que firmaron con Netflix tras su salida de la monarquía británica para conseguir la independencia que tanto deseaban.
Harry y Meghan contrataron a la directora Liz Garbus, conocida por haber producido documentales para Amazon Prime y HBO acerca de crímenes reales o de la opresión que ha sufrido gran parte de los votantes estadounidenses a lo largo de la historia de la democracia.
También digirió varios episodios de la última temporada de 'The Handmaid's Tale' por los que acabó recibiendo una nominación a los premios Emmy.
Salta a la vista que la pareja quiere asegurarse de que el proyecto cumpla ciertos estándares de calidad que les diferencie de series como la que protagonizan Kim Kardashian y su familia, y ahí es donde entra en juego Liz.
La cineasta los acompañó durante el viaje que realizaron a Nueva York en septiembre del año pasado para asistir al evento Global Citizen Live y les siguió cámara en mano para grabar sus compromisos públicos en un discreto segundo plano. Todo el equipo técnico trató de mantener en secreto su presencia y, cada vez que salían a la calle, escondían los micrófonos y demás ispositivos bajo abrigos y en bolsas.
Garbus es abiertamente política y de izquierda. Recientemente tomó sus redes sociales para protestar en contra de la reciente derogación de Roe vs. Wade, la ley que otorgaba el derecho constitucional al aborto. Los intereses políticos de los duques de Sussex al menos en lo que al trato al medio ambiente se refiere, parecen estar alineados con los de la directora.
La directora de la última temporada de 'The Handmaid's Tale' -por lo cual recibió una nominación al Emmy en 2021-, fue nominada al Oscar en la categoría de Mejor Documental en 2016 y en 1999, por lo que el príncipe y su esposa están en buenas manos.