Para suerte del príncipe Harry y Meghan Markle, el haberse deslindado casi por completo de la familia real les da ciertos “beneficios”, entre ellos el portarse como decidan sin tener que pensárselo dos veces y, si un arrebato romántico los atrapa, que así sea.
Para ejemplo este fin de semana, en el que el hijo de Carlos y Diana de Gales jugó un partido de polo en el Santa Barbara Polo & Racquet Club con su equipo Los Padres, comandado por su buen amigo Nacho Figueras, al que Meghan acudió como espectadora y también como la encargada de entregar el premio al equipo ganador.

Para felicitarlo por su victoria y en pleno momento de la premiación –el equipo ganó la Lesli Nixon Memorial Cup–, la ex actriz dio un beso al príncipe mientras sostenía su cara con una mano, dejando ver que la pareja, padres de Archie, de 3 años, y Lilibet, de 11 meses, pasa por un muy buen momento. Minutos después, Meghan ayudó a Harry a limpiarse las marcas de lipstick rojo que le quedaron.
El resto del equipo también se llevó un beso en la mejilla por parte de la duquesa de Sussex.
La actriz de 40 años usó una blusa de estampado polka-dot, sombrero negro, zapatos Aquazzurra y bermudas wide-leg blancas de una de sus marcas favoritas, Khaite.

El beso fue una “reedición” de aquel que se dieron también en un partido de polo en 2018, pocas semanas después de su boda, que dio mucho de qué hablar precisamente por salirse del estricto protocolo de La Firma, como también se conoce a la familia real británica.