La vuelta de Juan Carlos I a España ha sufrido algunas complicaciones de última hora, según informan varios medios del país en relación con las paradas que hará el antiguo monarca durante su visita.
El padre del actual soberano, Felipe VI, se hospedará en casa de un amigo durante sus días en Sanxenxo (Galicia), donde asistirá a una nueva edición de la Copa de España de regatas.
Todavía no se ha tomado una decisión en firme sobre su participación en la competición, pero ya se confirmó que se alojará en el domicilio de Pedro Campos, presidente del Real Club Náutico de la localidad.
Su viaje a Madrid, ciudad en la que debería reencontrarse con sus familiares, incluido el jefe del estado, aún no ha podido concretarse y esa circunstancia se explicaría por una clara desavenencia con su hijo, que al parecer se niega a que don Juan Carlos pase esos días en el palacio de la Zarzuela, residencia de la familia del rey.
Varios políticos de la izquierda española y, sobre todo, los abiertamente republicanos han mostrado su desagrado ante la posibilidad, que parece haberse anulado ya, de que el antiguo rey de España pueda volver a disfrutar de las comodidades de un palacio cuyos costos son asumidos por la hacienda española, con la que el exmonarca no ha tenido un comportamiento precisamente ejemplar.
Su evasión de impuestos, materializada en prácticas tales como la creación de sociedades en paraísos fiscales y el cobro de comisiones no declaradas, ha sido objeto de una investigación judicial y ha generado una comprensible indignación entre amplios sectores de la opinión pública.
Ese contexto habría llevado a Felipe VI a negarle alojamiento a su padre, quien además no podrá reencontrarse con su esposa, la reina Sofía, después de que esta haya decidido viajar este fin de semana a Miami.