A finales de la década de los 80, el famoso actor y director británico Kenneth Branagh se estaba preparando para dar vida a Enrique V en la adaptación al cine de la famosa obra de Shakespeare, pero tenía dudas acerca de su capacidad para interpretar a un personaje por el que acabó consiguiendo una nominación al Oscar.
Sorprendentemente, el intérprete le debe gran parte de ese reconocimiento y de la buena acogida que recibió el filme al príncipe Carlos, que accedió a hablar con él acerca de las dificultades que afronta un heredero al trono después de que un amigo en común de los dos los pusiera en contacto.
"Se organizó una serie de reuniones con intermediarios y me investigaron un poco, pero al final lo conocí, y se mostró muy abierto, sobre todo en lo que se refiere al peso de las expectativas que recaen sobre una persona, y a la sensación de aislamiento. Y para mí fue muy interesante. También fue interesante escuchar cómo hablaba: muy tranquilo. La gente con autoridad suele hacerlo. No necesitan levantar la voz", ha desvelado Branagh en el podcast 'Awards Chatter' de Hollywood Reporter.
A lo largo de la conversación que mantuvieron, Carlos le confesó que siempre existe "cierto grado de separación" con las personas que conoce en el cumplimiento de sus compromisos, sin importar lo mucho que intente conectar con ellas, porque todo el mundo se siente "deslumbrado por el título del cargo". También le explicó que generalmente la gente no se relaja en su presencia hasta unos minutos antes de que terminen sus encuentros, cuando por fin comienzan a comportarse con naturalidad.
"En su interior, y lo pude ver en cada fibra de su ser, hay un sentido del deber, un sentido del privilegio, un sentido del sacrificio", ha opinado el actor acerca del futuro rey.
Los dos hombres congeniaron de maravilla y han seguido manteniendo el contacto a lo largo de las últimas tres décadas: el príncipe de Gales acudió al estreno de la película de Branagh en 1989 y este último estuvo entre los invitados al enlace de Carlos con su actual esposa Camila.