La postura oficial de la monarquía británica acerca de la serie The Crown, que documenta distintas etapas del reinado de Isabel II, ha sido básicamente ignorar su existencia.
En las pocas ocasiones en que un royal se ha visto en la situación de responder a una pregunta acerca del popular drama de Netflix, su contestación automática siempre ha sido afirmar que no lo ha visto para zanjar el tema lo más rápido posible.
Pese a su divorcio del príncipe Andrés, Sarah Ferguson sigue siendo oficialmente un miembro de la familia real británica como madre de dos de las nietas de la reina Isabel II, las princesas Beatriz y Eugenia, y aun así, ella se ha saltado esta norma no escrita.
De hecho, la duquesa de York intentó conseguir un puesto de trabajo en la producción de The Crown como asesora e incluso le envió una carta al productor ejecutivo Andy Harries ofreciéndole sus servicios.
"Le dije: ¿Por qué no puedo ayudar con mi personaje?", ha confesado ahora en una nueva entrevista a la revista Town & Country.
Aunque finalmente no la contrataron, Sarah -o Fergie, como se la conoce en Reino Unido- ha disfrutado de ver a los actores Jessica Aquilina y Tom Byrne, quienes le dan vida en la serie a ella y a su exesposo.
Es así que Fergie le da el visto bueno a la forma en que la trama recreó su enlace de 1986, aunque no le dedicara tanto protagonismo como al de su antigua cuñada Diana Spencer y el príncipe Carlos.
