Captan por primera vez en público a la princesa Beatriz en su rol de madrastra

La nieta de Isabel II acudió esta semana a un supermercado de Londres acompañada del pequeño Wolfie, de 4 años, hijo de su marido Edoardo Mapelli Mozzi
La princesa Beatriz recibirá un título nobiliario italiano y un increíble palacio de la familia Mapelli Mozzi.

La boda de la

el pasado mes de julio resultó muy inusual en el marco de la familia real británica por varios motivos: en primer lugar, se trató de un evento íntimo al que acudieron tan solo una veintena de invitados, además de que el padrino fue Wolfie, el hijo del novio, fruto de su anterior relación sentimental.

Aunque la hija del duque de York no es el único miembro de la monarquía en tener hijastros -el príncipe Carlos ganó dos través de su matrimonio con la duquesa de Cornualles-, el caso de Beatriz es un tanto especial porque el niño tiene tan solo cuatro años, lo que la convierte en la persona más joven que ha desempeñado nunca ese rol en un enlace real.

Edoardo Mapelli Mozzi y la princesa Beatriz tuvieron en total 30 invitados en la recepción de su boda.

El pequeño Wolfie, primogénito de Edoardo Mapelli Mozzi (marido de Beatriz), aparecía de refilón en las fotografías de la boda que el palacio de Buckingham difundió, en las que se ve siguiendo a los recién casados fuera de la iglesia.

Ahora el periódico

acaba de publicar las primeras imágenes en las que la nieta de Isabel II aparece ejerciendo de madrastra con Wolfie, con quien mantiene una relación muy estrecha de acuerdo a la información que han compartido varias fuentes cercanas a ella.

Beatriz, que regresó recientemente de su luna de miel, fue captada comprando en un supermercado de la cadena Waitrose, ubicado en el barrio de Chelsea, en Londres, acompañada por el pequeño, cuyo rostro fue pixelado por cuestiones de respeto y seguridad.

La princesa Beatriz y el pequeño Wolfie (que aparece pixeleado) antes de subir a su auto, luego de haber hecho el súper.

Madrastra e hijastro entraron juntos al local mientras Edoardo los esperaba fuera en el coche, y a la salida la princesa ayudó al niño a subir al interior del vehículo para asegurarse de que estuviera bien sentado en su sillita.