No es una novedad que Meghan Markle sea un amante de los perros y prueba de ello es que, en 2018 ella y el príncipe Harry le dieron bienvenida a un labrador. Hasta ahora, una de las grandes incógnitas era saber cómo lo habían nombrado, algo que recientemente quedó al descubierto y que, para la royal couple tiene romántico significado.
De acuerdo con un fragmento del en libro Finding Freedom, publicado por la revista People, además de revelar las tensiones y los momentos incómodos de los duques de Sussex dentro de la familia real, los autores, Omid Scobie y Carolyn Durand también dedicaron un espacio para revelar la historia de ‘Pula’.
El labrador negro se integró a la entonces pequeña familia de Meghan y Harry poco después de su boda real , en mayo de 2018. El cachorro fue llamado así por la moneda de Botswana, lugar donde Meghan y Harry tuvieron aparentemente su tercera cita. Pula, significa lluvia en Setswana, y debido a que es escasa se le considera valiosa, por eso se le llamó así a la moneda.
Después de celebrar el cumpleaños 36 de Meghan en Botswana, la royal couple regresó a este destino para trabajar con la iniciativa de conservación de la vida de Elefantes sin fronteras. De hecho, según el propio Harry en la entrevista que dio a la BBC para anunciar su compromiso con la ex actriz, este viaje marcó un antes y un después en su relación amorosa con ella.
“Pensé en tres, tal vez cuatro semanas [después de su primera cita] que logré convencerla de que fuera conmigo a Botswana. Y nosotros, acampamos junto bajo las estrellas, ella vino y se unió a mí durante cinco días, lo cual fue absolutamente fantástico”, dijo durante la entrevista en noviembre de 2017.
Antes de conocer a Meghan, Botswana ya tenía un gran significado para Harry y es que, el primer lugar que visitó después de la muerte de la princesa Diana. El príncipe quedó enamorado y ha regresado en más de una ocasión, involucrándose cada vez con los esfuerzos de conservación de la vida silvestre del lugar.
De hecho, antes de entregarle el anillo de compromiso a ex actriz, Harry buscó un diamante de Botswana. Se trata de una piedra emparejada con dos diamantes de una tiara, que perteneció a Lady Di.