Proteger a Meghan Markle no es un trabajo fácil. La duquesa quiere ser vista como alguien más del pueblo, tal como Lady Di lo hizo, así que dificulta la seguridad que los guardaespaldas pueden ofrecerle, sobre todo en los países extranjeros que visita con el príncipe Harry. Entonces, la preocupación del Palacio no es que la familia de Meghan se aparezca en Buckingham, sino que interrumpan un evento real.
En una columna de The Daily Mail , el ex guardaespaldas Ken Wharfe, quien trabajó 16 años para la familia real, reveló que al interior del palacio temen que el padre de Meghan y su hermana Samantha lleguen al extremo. “Sé que hay preocupaciones sobre su familia disfuncional. La inquietud no es que uno de ellos llegue al Palacio, sino a uno de sus viajes con un equipo de televisión a la mano para confrontarla”, describió. Recientemente renunció la guardaespaldas personal de la duquesa de Sussex.
Además, Ken señaló que en el afán de vivir lo más normal posible, los duques de Sussex están arriesgándose mucho. “A diferencia de aquellos que crecieron en la familia real y siempre tuvieron un policía a su lado, Meghan lo encuentra restrictivo”, así que no le gusta tener dichas medidas de seguridad. Lo cual hace muy probable que en un futuro Samantha y Thomas Markle lleguen a enfrentarla en un viaje o evento público.
Próximamente cuando nazca el bebé en abril, Meghan y Harry se mudarán a su nueva casa en Windsor, una zona demasiada abierta que señala Ken, será muy difícil de proteger, pues alrededor de ellos estarán cinco hectáreas de Windsor Great Park. Así que con un bebé recién nacido, los medios los acosarán de cualquier forma y, quizá, la familia de Meghan quiera aprovecharse.
Ken Wharfe fue guardaespaldas de Diana durante 8 años cuando estaba en la cúspide de su fama. Posteriormente cuidó de William y Harry, así que conoce perfectamente cómo debe funcionar la seguridad para un integrante de la realeza.