Los escenarios musicales, de teatro y hasta foros de cine y televisión fueron parte de la vida y carrera de Irma Consuelo Cielo Serrano Castro, mejor conocida como Irma Serrano, quien nació el 9 de diciembre de 1933 en Comitán de Domínguez, Chiapas.
Pero esos no fueron los únicos espacios donde destacó, pues la estrella de la música ranchera y el teatro de revista también figuró en el mundo de la política y el servicio público. Por años, Serrano fue una importante militante del PRI, PRD y después del desaparecido Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN).
Nacida en una familia acomodada del sur del país (sus papás fueron Santiago Serrano Ruiz, periodista, impresor, escritor y poeta, y su mamá, María Castro Domínguez, una rica hacendada y aristócrata), la prima de la poetisa Rosario Castellanos siempre estuvo cerca del medio de las artes y la influencia social.
Siendo muy joven llegó a la Ciudad de México, donde conoció a personajes como Diego Rivera y Fernando Casas Alemán (se dice que fue su amante), quien llegó a ser gobernador de Veracruz, subsecretario de gobierno de Manuel Ávila Camacho y Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Para 1970 ya había conquistado éxitos y se había posicionado como una de las divas de la música ranchera junto a grandes como Lucha Villa y Lola Beltrán. Los premios por su actuaciones en teatro, cine y televisión adornaban su excéntrica casa de la Ciudad de México, donde ya residía desde los 50´s.
Pero fue en los noventas cuando la brújula de La Tigresa (tomó ese apodo de una historieta a finales de los 60´s), empezó a tomar un nuevo rumbo: el de la política y el servicio público. Irma Serrano se propuso ser funcionaria y lo logró en más de una ocasión.
De 1994 al año 2000, representó a los chiapanecos en el Senado de la República, pero también formó parte de la LVII Legislatura, donde se integró a la comisiones de Asuntos Indígenas, Justicia, Hacienda y Crédito Público, además de la de Gobernación.
En cuanto a su sonado amorío con el ex presidente Gustavo Díaz Ordaz , se dice que la relación empezó cuando el político todavía gobernaba el país y seguía casado con la entonces primera dama, Guadalupe Borja. El habitante de Los Pinos y La Tigresa vivieron gran parte de su relación (concluida en 1974) en una casa de la exclusiva zona de El Pedregal que el funcionario le había regalado a la actriz al poco tiempo de empezar su romance.