Sí, hablamos del restaurante más emblemático de París, ese que ha marcado la historia culinaria francesa desde 1582 (sí, antes de que existiera la Torre Eiffel). Pero esto no es solo un comeback, es una declaración de arte, sabor y savoir-faire.
La Tour d’Argent, el regreso de una leyenda parisina

Entre arte y baguettes: así se vive la nueva Tour
La reinvención de este hotspot gastronómico no solo se saborea, también se contempla. Artistas como Pauline Guerrier y Maximilien Pellet llenan sus espacios con piezas que cuentan historias familiares, homenajes personales y guiños al pasado y al presente. Guerrier, por ejemplo, transformó la marquetería de paja en arte visual con caballos y rojo polo. Y Pellet, con su retrato esmaltado de la abuela Augusta, convierte un recuerdo en arte de exposición.
El recorrido artístico no termina ahí, desde las ilustraciones cargadas de nostalgia de France Bizot hasta las vibrantes litografías de Bernard Cathelin, pasando por los paisajes etéreos de Nicolas Dhervillers, el nuevo rostro de La Tour parece una galería llena de cariño y memoria.
Un bar con cognac, arte y personalidad
¿Y el bar? Otro nivel. El Bar des Maillets d’Argent es probablemente el rincón más cool para tomar cognac en todo París. En colaboración con la Maison Camus, crearon una mezcla exclusiva servida con un hielo marcado con el escudo de La Tour. El diseño de la botella, por cierto, también rinde tributo al legado familiar. Aquí se bebe tradición con un toque de rebeldía.
Coches que te pasean y champagnes que cuentan historias
Para que la experiencia no se quede dentro de las paredes del 15 Quai de la Tournelle, DS Automobiles diseñó un DS 9 edición especial Tour d’Argent, con chofer incluido, para llevarte a descubrir París como nunca. ¿Y para brindar? Louis Roederer se encarga del champagne. No es cualquier burbuja: es Cristal vintage, añejado ocho pisos bajo tierra. Elegancia en cada sorbo.
Y si volteas a ver la vajilla y los vasos, notarás el sello Baccarat. Porque claro, si vas a vivir una experiencia multisensorial, que sea con cristalería que brilla más que los Champs-Élysées en Navidad.

La cocina: tradición renovada con Yannick Franques
Al mando de los fogones está Yannick Franques, chef con estrella y con alma. Rescató recetas de los años 70, les dio un twist moderno y trajo de vuelta al pato (literalmente) como estrella del menú. Apuesta por ingredientes locales, opciones vegetarianas y una cocina que mira al futuro sin olvidar de dónde viene.

El vino también tiene su héroe
Para cuidar una bodega de más de 15,000 etiquetas, eligieron al sommelier Victor González. Amante del vino y explorador incansable, combina tradición con descubrimiento. Su misión: que La Tour siga siendo una referencia vinícola en el mundo entero.
El lujo del mañana aquí es la conciencia y compromiso
Detrás del brillo, La Tour d’Argent está comprometida con el planeta. Desde el compostador en la azotea hasta la lucha contra el desperdicio y el uso de tecnología verde en sus cocinas, el mensaje es claro: el verdadero lujo también es responsable.

¿Vale la pena la visita? Absolutamente. La Tour d’Argent no solo volvió: se reinventó como un ícono del siglo XXI. Arte, gastronomía, diseño, historia y sostenibilidad convergen para crear una experiencia que no se parece a nada más. Si París ya era una fiesta, La Tour ahora es su anfitriona estrella.