Lindsay Lohan está de regreso en la pantalla grande con Freakier Friday y, como si no fuera suficiente, tuvo un tour de prensa que fue un verdadero viaje en el tiempo. Sus looks, cuidadosamente seleccionados, son un homenaje a sus personajes más icónicos.
Desde las gemelas Parker hasta la rebelde Anna Coleman, la actriz ha convertido cada aparición en una declaración de moda que nos recuerda por qué se convirtió en un ícono de estilo de toda una generación .
El fenómeno arrancó fuerte en Nueva York. Para su aparición en Good Morning America, Lindsay eligió un set de falda y saco de tweed amarillo mantequilla de Balmain, la reinterpretación lujosa y actualizada del conjunto que Annie James (su primer personaje dual en “Juego de Gemelas”) usaba con diadema al llegar a casa de Londres. El toque 2025: unas sandalias de tiras amarillo limón, gafas oscuras y bolsa Kelly de Hermès. Nostalgia bien llevada, inspirando la tendencia preppy grown-up que arrasa en TikTok.
Horas más tarde, la actriz cambió radicalmente de registro para Live with Kelly & Mark al llevar un minivestido cheongsam de Roberto Cavalli, una referencia directa al look que Hallie Parker lució en la icónica cena familiar en yate en la costa de San Francisco en “Juego de Gemelas”. Un peinado noventero y accesorios vibrantes lograron que el homenaje no pareciera disfraz, sino pura reinvención.
Por supuesto, la gira de Freakier Friday no estaría completa sin un merecido homenaje a la propia Anna Coleman. Lindsay nos transportó directamente a su época junto a la banda Pink Slip con una t-shirt con el logo de la agrupación, combinada con una minifalda de piel con un cinturón llamativo y unos zapatos de tacón de Balenciaga.
Este look, que fusiona el estilo rock-and-roll con el glamour actual, es una versión sofisticada de la rebeldía de Anna. Es el equilibrio perfecto entre la esencia de su personaje y la moda adulta y pulida que la actriz representa hoy.
En Londres, el statement fue aún mayor: Lindsay reversionó el icónico vestido púrpura con el que Anna Coleman (su personaje de “Freaky Friday”) tocaba guitarra en la boda de su mamá. Esta vez, la pieza fue confeccionada por Ludovic de Saint Sernin, repleta de lentejuelas lavanda y detalles dorados. ¿El clutch? Una guitarra de Judith Leiber.
La gira no se quedó ahí. En la alfombra roja de la premiere en Los Ángeles, Lohan apostó por un vestido de gasa baby pink de Miu Miu, homenajeando su lado más dulce, un eco de los estilismos girly de Mean Girls y las chicas que marcaron los dosmiles. Junto a sus excompañeras de reparto, Elaine Hendrix y Lisa Ann Walter, volvió a la infancia con humor y elegancia.
¿El resultado? Lohan nos recuerda con estilo y autoconciencia que la moda más cool siempre cuenta una historia. No es solo un paseo por la memoria, sino una masterclass de cómo recuperar el legado propio y traducirlo al lenguaje actual sin caer en el disfraz.
