Recientemente, Marimar Vegacompartió públicamente uno de los temas más íntimos y trascendentales de su vida: la elección consciente de no convertirse en mamá.
La actriz reveló que, junto a su esposo, Jerónimo Rodríguez, han tomado la decisión de no tener hijos. “Sí, decidimos que ya no queremos ser papás, por lo menos en esta vida, a esta edad, en este momento de nuestras vidas”, confesó.
Publicidad
Marimar Vega está reconoció que decidir no tener hijos fue difícil
Marimar Vegareconoció en entrevista para el programa Ventaneando que no fue una decisión fácil de tomar, especialmente por las expectativas sociales que giraban en torno a la maternidad.
Marimar Vega. (Agencia México)
"Sí, una decisión difícil porque es muy importante. Sobre todo, porque toda la vida estás oyendo que es lo mejor del mundo, entonces tienes que decidir que te vas a perder lo mejor del mundo. Pero creo que tiene que ser una decisión muy personal", aseguró.
La intérprete compartió que tiene sus óvulos congelados por si en algún momento de su vida quería ser mamá, sin embargo, tal parece que idea quedó completamente descartada,
"Yo congelé óvulos, congelé óvulos a mis 35 años cuando me divorcié. Sí, yo soy muy precavida. Pero ya pensé todo y ahora no voy a ser mamá porque no me quiero arrepentir", relató.
Publicidad
Marimar Vega se siente en paz con la decisión de no ser mamá
Aun así, Marimar Vegaafirmó sentirse en paz con su elección: "Hoy está tomado, espero no arrepentirme. Y si me arrepiento, pues será muy tarde y tendré que vivir el duelo, pero no creo que pase".
Marimar Vega y Jerónimo Rodríguez(Instagram/Marimar Vega)
Luego de compartir el video titulado ‘Dudar es mi error favorito’ en su canal de YouTube, ‘El rincón de los errores’, la actriz escribió un mensaje en su perfil de Instagram donde reconoció que, aunque no fue fácil tomar que no sería mamá, esa decisión la hizo sentirse libre.
“Tomar la decisión de no ser mamá no fue fácil. Creo que es una de las decisiones más profundas y complejas a las que una mujer se puede enfrentar. En mi caso, fue un proceso largo, lleno de dudas, de ruido mental, de deberes impuestos, de miedo a perderme ‘la mejor experiencia del mundo’, escribió.
“Pero con el tiempo, me di cuenta de que la mujer que soy hoy, a mis 42 años, ya no desea ser madre. Decidir desde la conciencia, no desde el miedo, me acercó más que nunca a mi verdad. Y hoy puedo decirlo en voz alta, con paz, con amor, con certeza: esta decisión hoy me hace sentir libre. Seré la mejor tía, amiga y compañera que pueda ser”, puntualizó.